Más cuidados, esta vez para las puertas lacadas blancas

Si la semana pasada comenzamos a hablaros sobre las puertas y los cuidados para que éstas estén en mejores condiciones, hoy os hablaremos del mismo tema para otras puertas distintas, las lacadas blancas.

Para mantener una puerta lacada es que hay que limpiarla frecuentemente para que no acumule polvo. Basta con pasarle un plumero o una bayeta seca de microfibra suave para dejar la superficie impecable y en perfecto estado. Es aconsejable utilizar una bayeta microfibra ya que no dejan marca.

En caso de que la superficie de la puerta lacada se haya manchado, lo más aconsejable es utilizar agua destilada con un poco de jabón neutro, humedecer la bayeta microfibra y limpiar la superficie manchada. Sin embargo, si la mancha no es superficial y se resiste se puede emplear alcohol o vinagre, humedeciendo la bayeta microfibra. En este caso hay que tener cuidado en secar muy bien, ya que el alcohol o el vinagre podría atenuar el brillo.

Es importante destacar que la laca blanca tiende a amarillear. Si las puertas están en un lugar donde da el sol, pueden terminar volviéndose amarillas, algo que no es tan llamativo en las que están en zonas sombrías. La vida útil de las puertas lacadas es indudablemente inferior al de las puertas de madera, ya que es un material preparado para durar en torno a 15 años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies