Las llaves de la ciudad, un objeto con historia
Alguna vez habrás escuchado la expresión las llaves de la ciudad, pero ¿conoces la historia que hay detrás de este término?
Antaño, las llaves de la ciudad eran un símbolo de conquista de un territorio o de una ciudad, sin embargo, su definición a día de hoy difiere de la clásica.
El origen del término se remonta a las ciudades amuralladas o con fortalezas medievales que contaban con una llave que abrían las puertas de los muros y los accesos a la ciudad. Éstas se otorgaban a las personas de confianza de la ciudad o bien se entregaban cuando la ciudad se rendía ante una invasión. Ésta última situación queda materializada en el cuadro de Velazquez, La Rendición de Breda. Según las referencias históricas, la primera distinción se otorgó en 1237 en Londres.
En la actualidad, las llaves de la ciudad es una distinción honorífica que se otorga por parte de una ciudad a visitante ilustres como gesto de respeto y admiración.
Como curiosidad, en Madrid a esta distinción se le denomina la “Llave de Oro” y en Barcelona recibe el nombre de “Clau de Barcelona”.
El primer personaje ilustre que recibió las llaves de Madrid fue el Duque de Wellington en 1812, en plena guerra de la Independencia. A partir de ahí, más de 100 jefes de Estado han recibido tal honor. Físicamente, la llave de la capital es de plata maciza bañada en oro con los signos del oso y el madroño.