Las cajas fuertes y sus tipos
Si existe un elemento de seguridad por excelencia, ése siempre han sido las cajas fuertes; estos elementos son compartimentos donde se guardan objetos de valor para protegerlos, para ello están provistos de una cerradura especial con forma de clave. Para abrir la caja fuerte necesitamos saber la contraseña, que puede ser de dos tipos: Contraseña de rueda que da vueltas a la izquierda y a la derecha y contraseñas electrónicas, por lo general numérica, aunque hay algunos más modernos que permiten alfanuméricas, o algún método biométrico (lector de huellas digitales, lector del iris, etc).
Pero no sólo esa es la única diferencia que existe, también hay varios tipos de cajas fuertes en función de su disposición.
En primer lugar tenemos las cajas fuertes externas, que son las que se colocan en una habitación simple, no van encajadas en ningún lado por lo que son más fáciles de sustraer. Este tipo de cajas fuertes suelen estar ancladas al suelo con tornillos para que sea más difícil robarlas.
Por último, tenemos las cajas fuertes empotradas, que son las que van introducidas en la pared por obra, este tipo de cajas fuertes son las más difíciles de robar y de romper.
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